LA ÚNICA LLAVE DEL PERIODISTA ES LA PREGUNTA

Entre las múltiples actividades desarrolladas durante la II Bienal de Periodismo y Comunicación, el panel “Si no tienen que poner, pongan música. Periodismo y poder judicial: desafíos y ética periodística”, organizado por la cátedra de Derecho a la información de la FCC, tuvo una interesante participación. Durante su desarrollo se discutieron temas relacionados con la judicialización de diversas cuestiones de la vida cotidiana y de la política y cómo, estas situaciones fueron aumentando el interés del público.

Por Carina García

Con la participación de Silvina Bazterrechea, periodista del diario Comercio y Justicia y Leonardo Altamirano, vocero de Prensa del Poder TSJ de Córdoba. El encargado de coordinar el panel fue el abogado y docente Daniel Koci.

Las nuevas demandas periodísticas sobre la información judicial, dónde buscarla y de de qué manera tratarla, fueron parte de los temas tratados. En este sentido, Altamirano comentó que hubo un incremento cuantitativo del interés hacia ese tipo de noticias, ya que con el correr de los años las notas policiales pasaron de ocupar un lugar mínimo en el interior del diario, a ser noticias de tapa.

Por otra parte, opinó que se produce una diversificación de las causas judiciales con relevancia pública, enmarcada en el proceso general de judialización de la vida cotidiana. “Antes muchos conflictos se arreglaban a través del diálogo interpersonal recurriendo a ciertas instituciones (si había un problema en el club o la escuela, se recurría al director para solucionarlo), ahora en cambio sólo se resuelven recurriendo al poder judicial”.

En cuanto a los desafíos del periodismo judicial en el siglo XXI, los panelistas sostuvieron que están dados por una serie de puntos que se deben tener en cuenta a la hora de abordar el discurso jurídico: por un lado, los plazos procesales, que no coinciden con las urgencias del periodismo. La necesidad de dar información al instante “genera lo que muchos llaman el juicio paralelo, es decir la investigación que hace el periodista del hecho, que puede o no tener vínculo con la investigación judicial”.

A la hora de pensar sobre las competencias que requieren el periodismo judicial, ambos disertantes coincidieron en que el lenguaje judicial dificulta los procesos de interpretación, por lo que se requiere una formación específica.

Para concluir, los periodistas desarrollaron “las puertas de salida” a estas cuestiones, sosteniendo que una mayor profesionalización de los periodistas, así como también una mayor apertura de las fuentes judiciales, ayudaría a un mejor tratamiento de la información. “Además, recordar que detrás de los expedientes hay personas que pueden ver afectada su vida, su libertad o su patrimonio”.