Con el avance del movimiento de mujeres, muchas profesionales de los medios han adoptado como definición del oficio la credencial de periodista feminista. Ingrid Beck, directora de la revista Barcelona y conductora del programa Ahora que nos escuchan en Radio con Vos, es una de ellas, y este martes brindará una conferencia donde hablará del tema. La charla se llama Periodismo verde y violeta y se realizará en el marco de la II Bienal de Periodismo y Comunicación, organizado por la Facultad de Ciencias de la Comunicación*.
Es una de las impulsoras, junto a otras colegas, de la convocatoria Ni Una Menos, la cual está cumpliendo cuatro años y el día lunes tiene una nueva edición de su marcha por las calles de las principales ciudades del país. Desde su óptica, la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo es la asignatura pendiente para poder avanzar en la igualdad de oportunidades para las mujeres.
Además de dirigir Barcelona, es una de las fundadoras de la publicación que aborda las noticias políticas a través del humor satírico desde 2003, y está al frente de TEA Arte (Escuela de periodismo con orientación en Arte, Cultura y Espectáculos). Asegura que el periodismo no está pasando por su mejor momento.
¿Qué es el periodismo verde y violeta?
Es el periodismo con perspectiva de género o feminista. Es algo que venimos trabajando hace tiempo, pero hoy es más amplio. Ni Una Menos, la marea verde y la denuncia de la actriz Thelma Fardin, fueron hitos del movimiento de mujeres de Argentina en los últimos años, que ayudaron a visibilizar lo que pasaba y también mostrar el periodismo que venía trabajando en este sentido.
A pesar de que hay muchas periodistas feministas, no hay espacios en los medios, y por muchas razones. Es un momento horrible para el periodismo en general, y en ese contexto, las mujeres son relegadas.
Por otro lado, el periodismo feminista debería salir del suplementos y hacerse transversal y estar en todas las secciones de los medios. Hace poquito, un estudio de FOPEA que encuestó a mujeres periodistas, dio cuenta de la desigualdad que hay en los medios de comunicación y sobre todo en los lugares de poder. Si bien hay algunos cambios, por las transformaciones en la sociedad y los poderes públicos, sigue habiendo ausencia de la temática y faltan intención de los medios en generar igualdad.
“Como periodistas tenemos un enemigo enorme, las fake news, y todavía no encontramos la manera de parar este fenómeno”.
¿Por qué no es un buen momento para el periodismo?
Hay muchas aristas. En primer lugar, está la crisis global que atraviesa la profesión, al menos del periodismo tal como lo conocíamos hasta hace poco tiempo. Los medios en papel están en decadencia en el país, los digitales están a la orden del día, y también acá hay un periodismo hegemónico que no permitió que surgieran otros medios independientes. A eso hay que sumarle que la distribución de la pauta oficial es muy desigual y arbitraria, y ha sido así en todos los gobiernos. Además, el avance de las redes sociales como fuente de información, por allí circula un montón de información y para quienes no están en los medios, es difícil diferenciar aquella fehaciente de la que no lo es. Más la crisis económica, es complicado.
Hay un permanente repensarse desde el periodismo y los medios, pero que avanza lento en relación a los tiempos de la tecnología y de la circulación del contenido y del sentido. De hecho, como periodistas tenemos un enemigo enorme, las fake news, y todavía no encontramos la manera de parar este fenómeno.
¿Cómo se pueden combatir las noticias falsas?
Faltan investigaciones que indaguen quienes las producen y quienes la financian. Por ejemplo, las noticias falsas con cuestiones de la ciencia son un riesgo para la salud, como las notas sobre los antivacunas ó mitos sobre la irrupción del embarazo. Son todos contenidos que emergen de usinas muy conservadoras, cuyos resultados vemos globalmente en el avance de los sectores conversadores en los poderes públicos. Además, habría que generar mecanismos de confrontación y chequeo de información, porque es muy difícil una vez que está instalada, desmentirla.
“Barcelona es un medio necesario. Es crítico del poder y lo fue siempre. No es común en este país, que siendo crítico, un medio se sostenga”.
Los medios en papel atraviesan una fuerte crisis ¿Qué crees que pasará con Papel Prensa?
Primero depende de quién gane las próximas elecciones. Después depende del énfasis que le quieran poner, porque la pelea por Papel Prensa es de nuevo enfrentarse a Clarín y La Nación. Es una pelea que no es fácil, quedó demostrado en años anteriores, en los que esos grupos salieron fortalecidos. Lo veo complicado. Y sí, ahí es un problema grande para quienes necesitan abastecerse de papel, el dominio lo tienen ellos y encima tiene un precio dolarizado. Cada vez más difícil.
De todas maneras, a los estudiantes para que no desanimen y no se tiren del balcón: las posibles salidas para ver la luz en el túnel, está en los proyectos autogestivos y para públicos específicos, no creo que la solución sea hacer más medios generalistas y en papel, seguro que por ahí no es.
¿La crisis afecta la publicación de Barcelona? ¿Por qué es necesario sostenerlo?
Sí, la crisis es muy fuerte. Sostenemos la revista porque todavía es más alto el costo emocional de cerrarla. Es muy complicado, estamos tomando medidas que no sabemos para donde van ir. Estamos perdiendo plata, no es algo que podamos sostener, porque todos somos periodistas, no tenemos espalda para sostener un medio.
Por otro lado, es un medio necesario. Es crítico del poder y lo fue siempre. No es común en este país, que siendo crítico, un medio se sostenga. Me parece que Barcelona inventó un tipo de periodismo que no existía. Todavía hay gente que quiere escuchar esa voz, porque cada vez hay menos voces disidentes.
“Ser feministas todavía tiene costos”.
¿Por qué el aborto se ha convertido en la madre de todas las batallas de las mujeres y la igualdad?
Porque es la decisión sobre el propio cuerpo, si no, los varones siguen decidiendo qué hacer, son quienes están legislando sobre la maternidad. La decisión de las mujeres de qué hacer con sus cuerpos, si ser madres o no, es la base de la desigualdad, todo lo demás parte de ahí. Como cuando hablamos de la desigualdad económica estructural, tiene que ver con el trabajo doméstico no pago, desde las tareas en la casa hasta el cuidado de los adultos mayores. Además, que regularlo permitiría evitar las muertes por abortos inseguros.
¿El feminismo también es una moda?
Ser feministas todavía tiene costos. Aún estamos peleando por un montón de derechos en diferentes ámbitos, no veo que tendría de moda. Si alguien usa una remera, bienvenida al club, por lo menos está menos lejos que otra que no la usa. No me parece le saque ni profundidad, ni contenido, ni potencia, el hecho que el pensamiento pueda transformarse en una remera.
PARA AGENDAR: Martes 4, a las 18, Aula 6, Facultad de Ciencias de la Comunicación (UNC)
*Por: Dai Garcia Cueto para Enredacción.